Consejos para poder cortar las uñas de los gatos

Si nuestro gato tiene la mala costumbre de arañar los muebles, o si está viejecito y no se asea como debiera ni usa el rascador, debemos intervenir cortándoles las uñas. Un pequeño corte con tijeritas especiales puede ayudar a tu gato a caminar mejor (a veces les crecen tanto que les molestan incluso para apoyar las patas) y también puede evitar destrozos en tu mobiliario ...o en el ojo de algún otro gato con el que pueda tener un rifirrafe.

En primer lugar, tengamos en cuenta que la uña del dedo gordo ha de cortarse con más frecuencia y que el aseo de uñas es una tarea que, a menudo, necesita hacerse entre dos personas: una sostiene al animal y el otro se las corta.

Otro consejo previo es pillar al animal de buenas. Es decir, si vemos que el gato no se muestra colaborativo, sino más bien todo lo contrario, mejor intentarlo más tarde. El castigo o forzarlo no funciona con estos animales. Así, estemos atentos a sus protestas y dejémoslo para después, si él insiste.

Una idea práctica para que el momento no sea traumático para él, consiste en tenerlo entrenado en este tipo de situaciones. Esto se consigue acariciándolo sobre nuestras piernas, y pasando las manos por sus patas de vez en cuando, así lograremos ganarnos su confianza.

Ya puestos en acción, es importante iluminar las patas del gato, es decir, iluminar la habitación. Así veremos la parte de la uña que contiene los nervios (sonrosada) y evitaremos hacerle sangre.

Recomendable, también, es tener todo lo que vayamos a utilizar a mano antes de hacer venir o coger al gato. Una vez tengamos nuestras herramientas (tijeras, cortauñas convencional o especialmente diseñado para gatos...) colocamos al gato sobre nuestras piernas, lo abrazamos y suavemente tomamos una de sus patas. En todo momento, además, estaremos hablándole cariñosamente, el tono dulce es fundamental.

La parte de la uña que hemos de cortar es la que sobresale por sí sola entre sus dedos. Haremos cada corte unos milímetros por encima del lugar donde empieza a verse una manchita sonrojada en en interior de su uña.

Cuando hayamos empezado con la primera uña, hagamos un descansito, breve pero efusivo, dándole premios o acariciándolo. Y ya podemos continuar con el resto de las uñas.

¿Qué hacer si nos equivocamos y alguna de sus uñas sangran? Ejerzamos, entonces, presión sobre la punta de la uña con un algodón. Y, sobre todo, si hemos intentado cortarle las uñas y no hemos podido hacerlo porque ha ofrecido resistencia, no sigamos intentándolo. Como hemos aconsejado antes, mejor dejar que el gato se olvide del tema y reintentarlo en otra ocasión.

Escrito con ❤️

=^.^= Textos registrados

Fuente:dantiger.blogspot.com
Fotografía: cefeida

DISCLAIMER: Información orientativa, no veterinaria. Este blog NO asesora, da opiniones personales basadas en la experiencia y difunde información general que puede contener errores a pesar de que nos documentamos a conciencia. SIEMPRE acude al veterinario, no somos un consultorio ツ