Un pequeño felino y un gran bosque en tu comedor
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Lástima que el bosque sea de pega, porque al minino le vendría de perlas para perderse en él y, por supuesto, para afilarse las uñas en sus troncos. Sí, ese felino que apoya elegantemente su patita sobre el brazo del sofá es real. De auténtica carne y hueso, aunque parezca un muñeco hecho con la piel de la alfombra.
De todos modos, lo cierto es que los muchos mininos que viven en esta maravillosa casa de la ciudad de Otawa, en Canadá, no echan de menos la naturaleza, porque disfrutan de un bonito jardín al que acceden fácilmente a través de la puerta y, curioso, también a través de una ventana que hay en una de las habitaciones.
Lástima que el bosque sea de pega, porque al minino le vendría de perlas para perderse en él y, por supuesto, para afilarse las uñas en sus troncos. Sí, ese felino que apoya elegantemente su patita sobre el brazo del sofá es real. De auténtica carne y hueso, aunque parezca un muñeco hecho con la piel de la alfombra.
De todos modos, lo cierto es que los muchos mininos que viven en esta maravillosa casa de la ciudad de Otawa, en Canadá, no echan de menos la naturaleza, porque disfrutan de un bonito jardín al que acceden fácilmente a través de la puerta y, curioso, también a través de una ventana que hay en una de las habitaciones.
¿Ves esa luminosidad que entra por la ventana, a la derecha de la imagen? Pues, precisamente, por esta ventana los mininos acceden a un confortable y lindo jardín, donde los gatos rascan sus uñitas y hacen sus necesidades. ¿Resultado? En su interior, la casa está impecable. ¡Qué envidia de sofá, impecable en una casa con gatos!
Otros ángulos de este maravilloso comedor, en el que las sillas africanas son una auténtica nube de suavidad para los gatos:
Moraleja: para tener una casa impecable, donde los gatos sean bienvenidos, se encuentren felices y no acaben destrozándolo todo, no viene mal, pero que nada mal, una planta baja con un jardín o espacio exterior cercano, donde puedan desfogarse (arenero, rascadores, tomar el sol...) para luego permanecer tranquilos en el interior.
En Estados Unidos, Canadá o Reino Unido es más habitual residir en este tipo de viviendas tipo chalecito. Mucho más que en otros países, como España, donde abunda el pequeño apartamento en fincas. ¡Buf!
Otros ángulos de este maravilloso comedor, en el que las sillas africanas son una auténtica nube de suavidad para los gatos:
Este sillón africano restaurado es de cuero, y la piel, de oveja, y se ha convertido en el lugar favorito de la gata Phoebe. |
Moraleja: para tener una casa impecable, donde los gatos sean bienvenidos, se encuentren felices y no acaben destrozándolo todo, no viene mal, pero que nada mal, una planta baja con un jardín o espacio exterior cercano, donde puedan desfogarse (arenero, rascadores, tomar el sol...) para luego permanecer tranquilos en el interior.
En Estados Unidos, Canadá o Reino Unido es más habitual residir en este tipo de viviendas tipo chalecito. Mucho más que en otros países, como España, donde abunda el pequeño apartamento en fincas. ¡Buf!
DISCLAIMER:
Información orientativa, no veterinaria. Este blog NO asesora, da
opiniones personales basadas en la experiencia y difunde información
general que puede contener errores a pesar de que nos documentamos a
conciencia. SIEMPRE acude al veterinario, no somos un consultorio ツ
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